lunes, 10 de noviembre de 2014

DECLARACIÓN EN SOLIDARIDAD CON LOS DESAPARECIDOS DE AYOTZINAPA Y CONTRA LA VIOLENCIA EN MÉXICO.

Consejo de la Nación Charrúa – CONACHA
Uruguay


El pasado 26 de setiembre fueron brutalmente agredidos en Iguala, Estado de Guerrero, México, un grupo de estudiantes normalistas. Dicha agresión fue provocada por la policía en cooperación con grupos paramilitares vinculados al narcotráfico. Después de una balacera que dejó el saldo de 6 personas muertas se procedió al secuestro de 43 jóvenes, los cuales siguen desaparecidos hasta la fecha de hoy. Es el crimen de lesa humanidad más grande desde la Masacre de Acteal de 1997, en donde un grupo paramilitar, usando una metodología similar a la de Ayotzinapa, masacró a 45 indígenas tzotziles vinculados al zapatismo en Chiapas. Estas son las masacres más grandes en la historia de México desde la Masacre de Tlatelolco en 1968, donde 400 estudiantes fueron asesinados por las fuerzas armadas. Los estudiantes desaparecidos son de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, y son indígenas. También desde hace años se viene hostigando a las Escuelas Normales Rurales, quitándoles presupuesto y amenazando a los líderes de su gremio estudiantil, la FECSM.
México es el cuarto país con más población indígena del Abya Yala y su población originaria es la que tiene más carencias educativas en el país: 1/4 de la población indígena de México es analfabeta. Y los jóvenes asesinados provienen de esas comunidades y sus objetivos son alfabetizarlas y concientizarlas. Es por eso que luchar por las Normales Rurales y por Ayotzinapa es luchar por el derecho al Buen Vivir de los Pueblos y comunidades indígenas.
Es que desde la instauración de la famosa “Guerra contra el Narco” en 2006, las poblaciones indígenas y los movimientos estudiantiles han sido las principales víctimas tanto de las represalias de los narcotraficantes como de las represiones policiales. Desgraciadamente la Masacre de Ayotzinapa es el pico de violencia más alto de una creciente escalada de violencia que vive dicho país. Recordemos que días antes de lo sucedido en Guerrero, en el Estado de Sonora se venía reprimiendo a las comunidades indígenas yaqui y procesado a su líder, Marío Luna, todo por defender el derecho a la consulta previa de las comunidades indígenas en caso de megaproyectos a instalarse en sus territorios. Desde el 2006 a la fecha hay 150.000 personas asesinadas y 30.000 desaparecidas en México producto de la violencia producida tanto por el Estado como por los Cárteles de Drogas. México es un ejemplo de que más represión no soluciona en nada los problemas de violencia de un país.
Nosotros como pueblo originario del Uruguay nos sentimos tremendamente involucrados por la situación que viven los hermanos mexicanos y muy especialmente sus pueblos originarios. Las violaciones tan repudiables y alevosas de los derechos humanos de los pueblos indígenas del continente merecen solidaridad y justicia. Además la desaparición forzada de personas nos involucra mucho a nosotros los charrúas, ya que esa fue la práctica utilizada por el ejército nacional comandado por Fructuoso Rivera contra nuestros abuelos en el siglo XIX, y la misma práctica que empleó la última Dictadura Militar (1973-1985) contra los movimientos sociales. Es por eso que su dolor es nuestro dolor.
Por nuestro compromiso responsable con los pueblos en resistencia en México convocamos a las organizaciones sociales y populares del Uruguay a manifestarse en solidaridad con nuestros hermanos de Ayotzinapa. Los pueblos del mundo tienen que ser un solo latir contra la violencia en México.



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