domingo, 18 de noviembre de 2018

DECLARACIÓN DEL CONACHA EN CONTRA DE UMP 2.


Como pueblo indígena nos sentimos profundamente interpelados por la instalación y consolidación de la industria forestal, en todas sus formas, desde las plantaciones hasta las mega plantas, industria que llegó al Uruguay en el apogeo de los gobiernos neoliberales a finales de los 80 y principios de los 90 pero que ningún gobierno ha querido frenar. No sólo que no han querido, sino que los gobiernos subsecuentes han profundizado este modelo neoliberal de destrucción de la Madre Tierra.
Nos duele profundamente que nuestro territorio, la tierra de nuestros ancestros, sea colonizado por un modelo basado en el capital trasnacional que desertifica los suelos, destruye los recursos hídricos, elimina la biodiversidad, ayuda a la concentración de la tierra y expulsa a los pequeños productores de sus tierras.
Como charrúas sabemos muy bien lo que es el acaparamiento de tierras por parte de extranjeros ya que eso lo venimos viviendo desde hace 526 años. Y mientras a nosotros nos cuestionan desde los medios de comunicación y desde el poder político por posibles reclamos territoriales, empresas forestales de origen extranjero tienen más de 200.000 ha y beneficios impositivos.
Hoy como hace 526 años "Nos siguen llegando rubios, y les abrimos la casa, y les llamamos amigos. Pero si llega cansado, un indio de andar la sierra, lo humillamos y lo vemos, como extraño por su tierra" como decía una vieja canción.
 Desde el CONACHA nos hemos posicionado en contra del modelo forestal desde el 2007. En ese momento contra la primera planta de Botnia-UPM. Y desde ese momento reclamamos parar con la forestación indiscriminada, detener la instalación de plantas de celulosa en Uruguay. Reclamamos también impedir el uso de las tierras tradicionalmente dedicadas a la producción de alimentos para los pueblos, para las plantaciones de monocultivos forestales. No solamente porque tienen como destino el consumismo del  primer mundo, sino porque además luego de la construcción de la planta, provocan pobreza y prostitución infantil en la población local.
Para nosotros los charrúas el planeta es un cuerpo vivo, único, donde nosotros no somos más que partes indisolubles, y por eso creemos que el agua es la sangre de la tierra. Por lo tanto, enfermarla con los deshechos de las pasteras es atentar contra la vida.  
En estas fechas se estarán reuniendo en Buenos Aires la Cumbre del G20 en donde los líderes de las principales potencias decidirán los destinos de las políticas laborales, ambientales y de pueblos indígenas y minorías étnicas a espaldas de nuestros pueblos.
Sólo la lucha de los pueblos podrá defender a nuestra Madre Tierra del neo-colonialismo, y es por este motivo que nosotros vamos a seguir caminando en conjunto con las organizaciones y personas que vayan en esta dirección.
También reclamamos que el Estado ratifique el Convenio 169 de la OIT sobre pueblos indígenas y tribales que establece como uno de sus principios el derecho a la consulta libre, previa e informada. El derecho a la consulta libre, previa e informada de las comunidades indígenas puede ser una muy potente herramienta jurídica para frenar  los megos proyectos extractivistas. Hay innumerables casos en el continente que lo demuestran.
Queremos que nos acompañen en la lucha por el reconocimiento de nuestros derechos ancestrales así como la concreción de instrumentos jurídicos que sirvan para frenar al neo-colonialismo. Por último, con mucho dolor queremos hacer una mención al caso del comunero mapuche Camilo Catrillanca del lof Temucuicui que fue asesinado recientemente de forma cobarde por las fuerzas especiales del Estado Chilena llamada "Comando Jungla".

martes, 16 de octubre de 2018

A 526 años del comienzo de la invasión europea, nuestra América Indígena RESISTE!!


Como cada ‪12 de octubre‬, desde 1992 nos reencontramos en este día
que representa para nosotros el comienzo de la aberrante y dolorosa 
 invasión,  saqueo, despojo,  genocidio y etnocidio de los Pueblos indígenas
y Afrodescendientes.
Recordando la resistencia de nuestros antepasados y continuando su
lucha.

Un día donde no hay nada que celebrar, más bien debatir y reflexionar
sobre lo que supuso la llegada de los europeos a nuestro continente. 

La historia de América-Abya Yala no comenzó en 1492, cuando llegó
Cristóbal Colón con sus carabelas. El continente no fue "conquistado",
sino que ya estaba habitado por pueblos que atesoraban una gran
riqueza cultural. Los pueblos originarios no fueron civilizados: fueron
saqueados, sometidos y silenciados.



Día de la raza, Descubrimiento de América, encuentro de los mundos,
día de la diversidad cultural o como quieran llamarle, lo cierto es que
por más que desde la hegemonía del poder quieran disfrazar el verdadero
significado de esta fecha, a fin de anular la memoria y el sentimiento de
los pueblos sobre el genocidio y ultraje cometidos,  el 12 de Octubre
sigue siendo una fecha conmemorativa de los pueblos indígenas y
afrodescendientes en lucha y resistencia.




Hablar del “día de la raza” en nuestros días es una contradicción.
Investigaciones sociológicas y antropológicas en la actualidad han
demostrado que no existen razas puras, denominar este día como
‘Día de la Raza’ es interpretado como la celebración de una sola, la
hispánica.
Este “encuentro de mundos” sólo ha significado por siglos derramamiento
de sangre en invasión territorial e invasión cultural mediante la espada
y la cruz.
Desde el año 2012 un grupo de organizaciones indígenas y Afrodescendientes
hemos estado  proponiendo el cambio de nombre a esta fecha, sin
resultado.
Hoy insistimos en que este día debe reconocerse como el
"Día de la Resistencia Indígena y Afrodescendiente".

El  12 de octubre constituye simbólicamente el inicio de una  ocupación 
político militar que tuvo como resultado el exterminio de más  de 80 
millones de personas y la esclavitud y desplazamiento forzado de  otras 
cientos de miles, pertenecientes a pueblos originarios de América-Abya Yala
y  África

La  colonización supuso para los pueblos ocupados la destrucción de 
su  sistema político, la represión de su espiritualidad y sus sistemas  
culturales, que devino en pérdida de diversidad no sólo para estos  
pueblos sino para el conjunto de la humanidad.

La  colonización, sumada a los sistemas patriarcales ya instalados  
ancestralmente,
significó un sometimiento aún mayor de las mujeres   indígenas, que
sufrieron violaciones sexuales masivas como parte de la   estrategia de
dominación y fueron obligadas a cumplir tareas necesarias   para el
mantenimiento del sistema patriarcal colonial, limitando su   desarrollo
pleno como personas.

La  colonización es una de las causas históricas más importantes del  
desconocimiento actual de los saberes de los pueblos originarios, del  
menosprecio de sus lenguas y de sus sistemas de salud y de organización  
social y en definitiva, de las restricciones a su autonomía y  soberanía.

La  colonización instauró estructuras político sociales profundamente  
racistas y discriminadoras que establecen una supuesta superioridad
de   los pueblos ocupantes sobre los ocupados, que se mantienen
hasta hoy en   la mayoría de los países resultantes del proceso de
colonización y que   son la base de las principales desigualdades,
conflictos armados,   violaciones de derechos humanos y de la situación
de vulnerabilidad de   las poblaciones indígenas.

La  falta de una mirada crítica de la colonización ha minimizado el 
impacto de los procesos descritos anteriormente, haciendo posible que 
se  instalen discursos que la justifican como mecanismo “civilizatorio” 
que  ha hecho posible el “desarrollo” de los territorios ocupados.

Este  discurso sigue legitimando hasta el día de hoy la sistemática 
exclusión  política, cultural y social de los pueblos indígenas por los 
estados en  los que nacieron, así como la expropiación de los  territorios
habitados  por los pueblos originarios sobrevivientes como  estrategia de 
apropiación de los recursos naturales de los mismos,  llegando inclusive
a  considerarlos terroristas cuando muestran  resistencia a abandonar 
dichos territorios.

Nuestros  derechos  fundamentales y la misma supervivencia de la
tierra se  encuentran cada  vez más amenazados por la acción del
mercantilismo sin  escrúpulos de las  multinacionales y corporaciones
transformando en títeres a los  gobiernos.

Los  pueblos originarios continuamos desde el inicio de la colonización  
histórica un proceso de resistencia para la defensa y preservación de  
sus sistemas ecológicos y culturales, en una situación de desigualdad 
ante los intereses privados y la limitada voluntad o capacidad de los 
Estados para respetar y proteger su soberanía, sus derechos y su 
existencia misma.

Resistimos construyendo alternativas a pesar de la criminalización y
de la represión a los movimientos sociales.
No  es posible dar vuelta a la historia y eliminar los estragos  causados 
por la colonización.

Sin embargo, sí que es posible accionar  para  visibilizar las diferentes
visiones y vivencias sobre esta parte de  la  historia, apoyar la acción
de la justicia y la reparación de los  daños  causados y, especialmente,
la no repetición del daño ya sea de  manera  simbólica o material y
trabajar para la superación del sistema   económico político global que
funda sus raíces en todo tipo de   colonización.
Nos preocupa la creciente criminalización hacia los activistas indígenas
que se está dando en el continente, bajo el rótulo de "terrorista" para
perseguir a los liderazgos indígenas. Como es el caso alarmante del
gobierno dictatorial de Filipinas que acusó a la
Relatora de Naciones Unidas para los Derechos Indígenas, Vicky Tauli Corpuz
de "terrorismo".

Este rótulo viene siendo utilizado por países como Colombia, Perú,
Chile y Argentina para criminalizar a nuestros pueblos.

También nos preocupa los crecientes casos de asesinatos de mujeres
activistas indígenas como Berta Cáceres del pueblo lenca y
Macarena Valdés del pueblo mapuche, asesinatos que siguen impunes,
utilizados para frenar los procesos de empoderamiento indígena y así
favorecer las lógicas extractivistas y militaristas.

En este sentido nos preocupa el éxito político de Jair Bolsonaro en Brasil.
Un candidato presidenciable que ha declarado públicamente que
levantara las demarcaciones de tierras indígenas para entregar dichas
tierras a los latifundistas y en cuyo programa político está la eliminación
de las acciones afirmativas para pueblos indígenas, afro-descendientes
y LGBT.

Con estas declaraciones nos preocupa seriamente el futuro de nuestros
hermanos brasileños. Personajes como Bolsonaro van en la misma línea
que Donald Trump, que representan la emergencia del neofascismo, a
través de nuevos regímenes autoritarios que plantean la represión absoluta
hacía nuestros pueblos.
Como pueblos indígenas debemos evitar el avance del neofascismo en
nuestra región.

Para cambiar el paradigma civilizatorio imperante es necesario:

  • Fortalecer la soberanía de los pueblos, que se  respeten  las
    semillas ancestrales y se proteja su diversidad,  favoreciendo aquellos 
  • modelos de vida, de producción y de cultivo que  sean respetuosos, que 
  • promuevan el consumo responsable, y cuyo impacto  en los ecosistemas
  • sea  mínimo, favoreciendo la utilización de energías  alternativas.

  • Que los  pueblos originarios, verdaderos guardianes de la  naturaleza,

  • tengan el  derecho a recuperar sus territorios ancestrales y a  vivir de
  • acuerdo  con su cultura.
.
En  este sentido hacemos un llamado a todas las personas,  colectivos, 
asociaciones e instituciones a iniciar procesos de reflexión  y acciones 
que favorezcan una resignificación del 12 de Octubre, que  permitan
una  relación más digna e igualitaria entre los pueblos.

Es en esta fecha fundamental que reflexionemos juntos sobre la
mercantilización de la vida, la contaminación y depredación de la
Madre Tierra por las industrias extractivas y los grandes proyectos de
infraestructura, el consumismo y la criminalización de las luchas sociales.
 
Desde nuestra cosmovisión como pueblos originarios del Abya Yala no
concebimos al ser humano como ente ajeno a los elementos que sustentan
su vida, como el agua, el aire y la tierra, por eso consideramos que
atentar contra éstos, es atentar contra nuestras vidas.

Por ser los guardianes herederos de nuestro medio ambiente, haciendo
honor a nuestros ancestros, declaramos nuestras preocupaciones.

Vivimos en  un país forestado con políticas que han favorecido la
compra indiscriminada de tierras por extranjeros, el uso irresponsable
y la privatización del agua,  de nuestros suelos y de ventajas legales
otorgadas a multinacionales.
Denunciamos, asimismo, que el uso de nuestras tierras para la plantación
de soja transgénica y el uso indiscriminado de agrotóxicos, provocan el
inexorable deterioro de todos nuestros ecosistemas y de  nuestra salud.
Para nosotros, el planeta es un cuerpo vivo, único, donde nosotros no
somos más que partes indisolubles, y por eso creemos que el agua es
la sangre de la tierra. Por lo tanto, enfermarla con monocultivos y
agrotóxicos, es atentar contra la vida.  
También alertamos sobre la emergencia de ideologías de odio que
plantean el Supremacismo Racial y el Militarismo. No le demos la más
mínima cabida al Neofascismo.

Desde CoNaCha (Consejo de la Nación Charrúa) saludamos y
agradecemos a nuestra Onkaiujmar, a nuestros hermanas y hermanos 
de Clan Chonik, afrodescendientes, a quienes nos apoyan y defienden
la vida y a los pueblos originarios de toda el Abya Yala.

¡Contra la imposición de las actividades extractivas!
¡No a UMP2!
¡No a la Ley de Riego!
¡No al Racismo!
¡Por los Derechos de la Madre Tierra!
¡Por el pleno ejercicio de los derechos de los pueblos indígenas!
¡Por el buen vivir de todos los pueblos del Abya
Yala!

Basquade, inchalá!

¡Amdá Aú Etriec Geppian Oyendau!   (¡Buscamos la verdad sembrando la memoria!)

Consejo de la Nación Charrúa

CONACHA

viernes, 29 de junio de 2018

Declaración del CONACHA ante los recientes hechos de violencia Racista


Desde el Consejo de la Nación Charrúa - CONACHA, condenamos enfáticamente las practicas sistemáticas de violencia racista ejercidas contra un trabajador afro-descendiente y con discapacidad. Estas practicas sistemáticas y naturalizadas muestran como al día de hoy no hemos roto con las lógicas coloniales en donde las personas racializadas somos vistas como objetos de segunda y no como sujetos de derechos. Hacemos un llamado a la sociedad en general a reflexionar seriamente sobre las heridas coloniales de nuestra sociedad y a redoblar esfuerzos en la lucha contra la discriminación racial y por discapacidad. 
Especialmente hacemos un llamado al PIT-CNT y al movimiento sindical para que se comprometa enfáticamente en la lucha por la igualdad de tod@s los trabajadores y contra la discriminación en los centros de trabajo. Es necesario que el movimiento sindical empiece a discutir y realizar talleres sobre la problemática del racismo. Se debe entender que racismo y clasicismo son dos caras de la misma moneda en América Latina. El movimiento sindical no puede permanecer omiso ante estos hechos. 
El tratamiento de la Justicia a los agresores también demuestra lo profundamente colonial y racista que es nuestro sistema judicial. Mientras que existe una legislación anti-racista desde los años 40 del siglo XX, no se ha procesado con prisión casi ningún caso a excepción de las denuncias por anti-semithismo. ¿Acaso las personas afro, migrantes e indígenas somos menos que las personas de la colectividad judía en el Uruguay? ¿Por que la Justicia naturaliza la discriminación racial? ¿Acaso no somos todos iguales ante la Ley? Frente a la negligencia del Sistema Judicial, no es sorpresa que nuestros hermanos no denuncien los abusos a los cuales son sometidos. La Justicia debe ser dura ante estos hechos.
Por estas y otras razones nos solidarizamos con la colectividad afro-uruguaya y nos plegamos a la convocatoria que convocan las siguientes organizaciones: Coordinadora Afro, Asociación Afroiberoamericana, Audeca (Asociación Uruguaya de Candombes), Mizangas- Mujeres Afrodescendientes, Organizaciones Mundo Afro, Instituto Raíces Afro, Asociación Cultural Tangó, Afrogama, Acsun, Casa de la Cultura Afrouruguaya, Ufama al Sur, Unkuelé, Atabaque, Diálogo de Mujeres Afro, Movimiento Afronacionalista, Uafro y TK -  Triangulación Cultural.
Este lunes 2 a las 18hs, tod@s frente al Palacio Legislativo. No más Racismo!!! No más Colonialismo!!!

martes, 6 de marzo de 2018

Declaración Pública del Consejo de la Nación Charrúa



6 de marzo de 2018
El pasado 27 de febrero tuvo lugar la inauguración del centro de visitantes del Área
Protegida Montes del Queguay, en la Calzada de Andrés Pérez, Paysandú. Una
delegación del CONACHA concurrió a dicho evento y estuvimos acampados en dichos
montes durante varios días. La participación del CONACHA en dicho evento fue con el
propósito de hacer incidencia en las autoridades (Ministerio de Turismo y Deportes,
Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente e Intendencia
Departamental de Paysandú) sobre el proyecto que desde hace 2 años estamos
impulsando para obtener un espacio cultural en el Área protegida. En dicho acto
pudimos constatar como para las autoridades nacionales y departamentales, nuestros
planteamientos no son tenidos en cuenta para nada. Nos preocupa la desidia con la cual
las autoridades tratan nuestras reivindicaciones.
Posteriormente al acto realizado, nos reunimos los charrúas para debatir sobre los pasos
a dar para que se concrete nuestra reivindicación de un espacio cultural y territorial. Es
ahí que aparece un señor que se presenta como Concejal y diciendo que podía impulsar
nuestro proyecto en el Consejo Municipal de Guichón. Este señor era el Concejal David
Helguera, perteneciente al Partido Colorado. Como los miembros del CONACHA que
se encontraban allí no eran del departamento de Paysandú, desconocían profundamente
la realidad de la política interna del departamento.
Informamos a la opinión pública que el CONACHA no solicitó en ningún momento una
reunión con el Concejal Helguera. Sino que se dio un diálogo informal con éste.
Tampoco le solicitamos que fuera nuestro "defensor" como este señor se ha querido
presentar ante la opinión pública. Y rechazamos totalmente las declaraciones que ha
realizado este señor sobre nuestros antepasados y sobre los hechos de Salsipuedes.
Reafirmamos que el CONACHA es una organización social independiente de los
partidos políticos. Es justamente por nuestra independencia que podemos dialogar con
cualquier sector político para velar por la concreción de nuestros derechos ancestrales.
Sin embargo rechazamos rotundamente a las personas o sectores que reivindiquen y
justifiquen al General Rivera y la Masacre de Salsipuedes.
Nos causa una total desconfianza que una persona que se hace decir "soldado de Rivera"
ahora se quiera presentar como nuestro "defensor". Esto es una demostración de
demagogia que rechazamos rotundamente.
Estamos cansados de que el sistema político nacional solo vea rédito electoral en
nosotros, los charrúas, y no les interese nuestros derechos ancestrales. Seguiremos
caminando con independencia para que se concreten nuestras reivindicaciones.

Martín Delgado Cultelli
Presidente Interino